INTELECTUALES Y GUAPOS

Tras la Segunda Guerra Mundial la literatura y el arte experimentan un silencio, debido a la “prudencia”, a la poca ayuda con la que contaban, y en buena parte porque no satisfacían las necesidades autóctonas. En España se leían libros extranjeros, a pesar de que en esta década proliferaban los autores, tanto poetas como dramaturgos y novelistas, pintores y arquitectos, la década de los cincuenta fue en este sentido una gran explosión. Los autores y artistas se proponen en general, hacer un arte realista reflejando costumbres y sucesos nacionales, esto hace que consigan tener buena aceptación. En el teatro español la censura se abre un poco para que Buero Vallejo, preso político durante buena parte de los años cuarenta conmocionara al publico con obras como “En la ardiente oscuridad” o “Historia de una escalera”. Sartre y Camus llegaron a España a través de traducciones argentinas, aunque su influencia se limito al área universitaria y dentro de ellas a una minoría, Los caminos de la libertad de Sartre o La Peste de Camus apenas rozaron la literatura española. La poesía, el teatro, la ciencia, la pintura etc…..todo florecía en el mundo, después de las guerras y peor aun de las postguerras, todo era creación y es lo que yo siempre digo que con el estomago vacío se piensa más.En este torbellino de esplendor, mujeres de bandera, turistas. Rock and roll y todo lo demás, aparecen como dioses bajados del Olimpo: Marlon Brando desafiante, airado, con su chaqueta de cuero y sus ajustados pantalones tejanos; AH y con una sexuada moto entre las piernas, esa visión de hombre entre centauro y vagabundo hizo soñar a más de una joven de la época (maduritas también). Un día de verano en un programa de televisión dedicado a Tommy y Jimmy Dorsey apareció un joven insolente y con modales poco educados, era Elvis Presley que al cantar una bonita canción dio paso al nacimiento del rock, ¿y que nos dejo aparte de eso?, pues nos enseño a mover al bailar el cuerpo de cintura para abajo, (fijaros y veréis como anteriormente al bailar solo se movía de cintura para arriba). Y para el final (redoble de tambores) llega James Dean, huraño, tierno, colérico, inquieto y rebelde, de mirada dulce y miope, misógino pero amado por las mujeres, roído por una vida interior y en perpetua rebeldía contra un mundo absurdo, que se vengaría de él quitándole la vida a los veinticuatro años, en un entupido accidente de coche. Las muchachas adolescentes americanas tocaban con reverencia las manchas de sangre de su maltrecho y potente Porsche, mientras que los muchachos copiaban su rebeldía y plantaban cara a una hipocresía social disfrazada de familias perfectas, comenzaba una nueva etapa, y aquí en España estábamos dispuestos a formar parte de ese esplendoroso, (así lo creíamos) y mágico mundo, siempre soñadores, siempre dispuestos COMO NO, a renacer de las cenizas. Carmen.

Comentarios

  1. Muy buen artículo Carmen. Yo como jovencita recuerdo más al Marlon entradito en carnes, pero es verdad que de joven quitaba el hipo jajaja.
    Estos artículos nos acercan mucho a una España que por nuestra edad conocemos poco, gracias por compartirlos.

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