¿Es esto real?

Las conexiones entre nuestras neuronas crean rutas concretas por las que se trasmite la información, eso explica porque siempre reaccionamos igual ante un estimulo conocido. Sin darnos cuenta cada uno de nosotros decide su forma de pensar y reaccionar, los procesos negativos se convierten en una fuerza que nos hace vivir las situaciones de forma automática, siguiendo un camino preestablecido.En el año 1900 nacía la física quántica, la cual nos explica de que modo se comportan las partículas fundamentales, los elementos de los que están formados los átomos. Nada es los que parece, la sensación de que las cosas que diariamente utilizamos sean sólidas, no es más que una ilusión, las fuerzas de repulsión nos dan la creencia de solidez; son las mismas que evitan que nos caigamos de una silla al sentarnos, o que tengamos la sensación de besar a alguien cuando en realidad no lo “tocamos”.En el mundo cuántico, las cosas pueden estar en dos sitios a la vez, o ser de dos modos distintos al mismo tiempo, las cosas no son blancas o negras; son blancas y negras a la vez. Si una partícula cuántica recorre un sendero y se encuentra con una bifurcación pasará por los dos caminos a la vez, pero si en ese momento decidimos mirar lo que hace la partícula pasará por solo uno de los dos. Esto hace que nos replanteemos nuestro concepto de la realidad; no podemos describir la realidad si el simple hecho de observarla la altera. Estas paradojas desmontan nuestras estructuras mentales dando paso a un estado de “confusión”, que es el umbral al pensamiento creativo.Todo esta en pleno proceso de cambio y nosotros tenemos la suerte de estar viviéndolo, por eso hoy más que nunca debemos recordar las palabras de Alvin Toffler “Los analfabetos del siglo XXI serán los que no puedan aprender, olvidar lo aprendido y aprender de nuevo”. Carmen.