Y TUVIMOS FE.


Sería injusto hablar solo de nuestra España, sin pasar aunque sea de forma rápida un vistazo por el mundo.Cuando termino la segunda guerra mundial, Occidente se encontró con un vacío ideológico, (aparte del vacío estomacal). El comunismo tenia algo importante para conservar su fe, tenia que ayudar a los países pobres, contra el hambre, contra el lujo, contra la enfermedad en definitiva tenían ideales, pero en Occidente la gente cansada de la mentira y de la guerra sospechaba de cualquier idea, incluso hasta el liberalismo les resultaba sospechoso de convivencia con la injusticia y la opresión.Entonces comienza un “trabajo” de reconversión a las masas; los políticos lo repiten constantemente en cualquier acto publico; el Vaticano lo proclama en todas las iglesias; los medios de comunicación llevan el mensaje a todos los rincones; FE, hace falta tener fe, una fe, una creencia, una ideología que pueda acabar con los fantasmas de Europa y Norteamérica. Por lo cual se promovieron concursos para premiar, en plena guerra fría, algo que enalteciera y sublimara al mundo. Burnham propuso la deificación de los burócratas como salida inevitable de la lucha de clases. Otros pintaron de nuevo y hasta le hicieron la cirugía estética a la cara del Humanismo, otros, presentaron extensas memorias sobre los dioses, los ídolos, los mitos etc.
En fin; si al otro lado del Telón de Acero reverenciaban la fecundidad del ganado y los frutos del campo, en este lado soñábamos con las estrellas italianas; si ellos tenían un partido y un pueblo, nosotros teníamos el Papado y la Iglesia, la Corona y el Imperio Británico, la Nobleza y la reserva de valores.Nunca se rezo tanto, se peregrino tanto, se besaron tantos niños pobres y se hizo tanta caridad. Truman y Adenauer hablaban de Dios antes de entrar en combate, Eisenhower se retrato junto a la Biblia familiar, los políticos franceses aparecían arrodillados en público, en definitiva se multiplicaron las oraciones, los golpes de pecho, las apariciones y los mensajes del Más Allá (parece que esto me suene).
Nosotros aquí en esta nuestra España éramos más afortunados, porque no solo teníamos a dios a nuestro lado, teníamos el beneplácito de Pío XII, que bendecía jubiloso el Estado de la Cruzada. Pero no sólo el espíritu soplaba desde arriba, los españoles henchidos de perfección levantaban con esfuerzo el conjunto monumental del Valle de los Caídos. Pero el colofón, la apoteosis de lo divino se alcanzo con el Congreso Eucarístico de Barcelona, donde hubo obispos a docenas, sacerdotes a miles y peregrinos en manada desde el mundo entero. España volvía a ser el ombligo del universo, era como en los tiempos de Carlos I, y todos juntos cantábamos el himno escrito por José María Pemán “ De rodillas Señor, ante el Sagrario”.
Mientras en Gran Bretaña se corono a la Reina, en Europa se caso Rainiero con Grace Kelly (de Hollywood, que fuerte), se hablo de las bodas, las separaciones, la soltería y todo aquello que supusiera noticias de la monarquía se convirtió en voz popular, los sucesos de la humanidad y de la naturaleza fueron alimento para todos, de esta forma el pueblo se sentía bajo la protección del estado, paternal y divino. Por fin estábamos a salvo, y mientras mirábamos los “trapitos” ajenos arreglábamos el vestido de la hija mayor para que lo heredara la pequeña, tiempos mágicos donde por fin creíamos ver un esplendoroso amanecer, y es que a nosotros, a nuestra España, FE no le falta y si no haber como nos íbamos a arreglar ahora, CON LA QUE ESTA CAYENDO.Que seáis felices. Carmen.

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