MEDICINA PSICOSOMATICA




MEDICINA PSICOSOMÁTICA.
La relación entre un estado mental y las reacciones corporales puede verse en el lenguaje y las formas de expresión comunes. Decimos que tenemos mariposas en el estomago ante una situación de incertidumbre, el corazón galopa ante la presencia del ser amado, pero se nos encoge cuando recibimos una mala noticia. De la misma manera, se nos seca la boca cuando tenemos que hablar en publico, o ante una entrevista de trabajo, nos sonrojamos cuando algo nos avergüenza, nos falta el aire cuando nos ponemos nerviosos, y el miedo puede causar cierta confusión en nuestros esfínteres, descontrolándolos.El descubrimiento de que las principales hormonas que rigen la homeostasis-la autorregulación corporal- están integradas en un eje que une la hipófisis periféricas, como el tiroides o las suprarrenales, o el descubrimiento del complejo sistema de inervación del aparato digestivo, relacionado con distintas áreas cerebrales, inicio las bases para explicar las enfermedades psicosomáticas. Es así como se vislumbró la psiconeuroinmunología, un campo todavía recóndito que apenas está empezando a ser explorado.Por otra parte el doctor George Engel considero la posibilidad de centrar la formación médica en el nuevo modelo biopsicosocial. Dicho modelo parte de la idea de que los seres humanos somos, a la vez, seres biológicos, psicológicos y sociales, de modo que tanto la salud como la enfermedad están influidos por la interacción de varios factores, desde la célula hasta el componente social de la persona. En las últimas tres décadas, numerosos estudios han aportado pruebas sólidas de la interrelación entre ámbitos aparentemente tan distantes. Como ejemplo, basta citar que el aislamiento social es un factor de riesgo para la salud comparable a la presión sanguínea alta, la obesidad o un estilo de vida sedentario. En la actualidad, hay un acuerdo bastante generalizado en considerar que los mecanismos psicosomáticos tienen un papel destacado, aunque no exclusivo, en el desarrollo de un buen número de enfermedades crónicas como el asma, la hipertensión arterial, enfermedades coronarias, enfermedad intestinal inflamatoria (colon irritable) dermatitis atópica, artritis crónica y algunos casos de diabetes.Esto no significa que la dolencia psicosomática sea algo inventado, fantasmagórico o producto de patrañas sino que debería entenderse como la afectación de un órgano como consecuencia de estímulos del entorno canalizados por el cerebro.Una imagen simple sería la del guardia urbano que dirige el tráfico en un cruce de calles. Si cuando hay gran densidad, el policía guía los vehículos hacia un callejón estrecho, lo sobrecargará agravando el problema. Nuestro cerebro se encarga de redirigir los estímulos del entorno. Cuando un estimulo nos produce ira, podemos responder con un puñetazo en la mesa o quedarnos inmóviles orientando la respuesta hacia nuestro propio organismo, por ejemplo, hacia el aparato gastrointestinal.Plutón cita un diálogo de Sócrates con el médico tracio Zamolxis en el que este comenta: “Así como no debéis curar los ojos sin curar la cabeza, ni curar la cabeza sin curar el cuerpo, tampoco debéis intentar curar el cuerpo sin curar el alma”.Intentemos pues calmar y ser positivos con nuestros pensamientos si queremos tener calidad de vida. Saludos, carmen.Texto compilado de un articulo del Doctor en Psicología y Filosofía Ángel Aguirre.

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