LA SOLEDAD



La sociedad en la que vivimos, a pesar de definirse como la de la comunicación no es la que más favorece la sociabilidad. El predominio de la individualidad hace que, en ocasiones estando rodeados de gente nos sintamos solos; no conseguimos conectar con los demás y eso nos impide disfrutar del contacto. Otras veces optamos por encerrarnos en nosotros mismos evitando relacionarnos.

El ser humano necesita relacionarse, a menudo podemos experimentar el sentimiento de soledad, pero no debemos confundirlo con el hecho real de estar solos. Es muy importante gestionar nuestras relaciones, desarrollar habilidades para que la relación con los demás nos resulte estimulante y enriquecedora.Estamos programados genéticamente para conectar con los demás; tenemos que tener en cuenta que el trato diario con las personas de nuestro entorno, incluso con extraños, conforman nuestro cerebro y afectan a las células de nuestro cuerpo incluso genéticamente. Algunas personas han sufrido decepciones por parte del entorno lo que hace que se vuelvan desconfiadas y que pierdan la fe en sí mismos y en los demás, como resultado y por el afán de protegerse, pueden haber adquirido un mal concepto de sí mismas, baja autoestima o la idea de que no son capaces de relacionarse, o bien que no merecen o no necesitan a nadie estas ideas son erróneas y tenemos que cambiarlas.Todos en alguna ocasión nos hemos sentido heridos, esto es universal, sin embargo unos se cierran ante una experiencia así, mientras que otros desarrollan recursos para superarlo. Lo importante es ser empáticos con los demás y sinceros con nosotros mismos. La empatia nos permite ponernos en el lugar del otro; y la sinceridad con nosotros mismos nos da la capacidad de estar conformes con lo que somos sentimos y pensamos, y poder expresarlo tal cual es.Los problemas actuales como el bulling escolar, el mobbing en el trabajo y el aislamiento en las grandes ciudades nos dan la pauta de lo que prima lo individual sobre lo colectivo, y del egoísmo social frente a lo solidario. El YO esta por encima del tú o del nosotros, y la lucha por encima de la cooperación; los logros de unos son desventajas para otros. Esto crea un ambiente continuo de violencia, la cual solo podemos contrarrestar con amor y una buena gestión de las relaciones.

Lo que nos nutre es nuestra pertenencia al grupo, y sentirnos en contacto con los demás. Dar y recibir, amar y ser amados. Todo tiene más sentido cuando incluimos a los demás y, de este modo la vida se extiende más allá de nosotros mismos aportándonos toda su belleza.

Besos, carmen.

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